domingo, 28 de agosto de 2016

Después de un tiempo he decidido retomar el blog! Algo interesante que ha ocurrido en este tiempo es que me he aficionado a las compras por internet. En particular, os recomiendo las compras en Amazon, que nunca me han dado ningun problema y, de haberlo hecho, me lo han resuelto en seguida.

Lo dicho, nos vemos más a menudo... ah! y os iré comentando artículos que vea en amazon que sean auténticas gangas calidad-precio o chollos que podéis aprovechar. Los de hoy son:

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miércoles, 12 de agosto de 2009

El Detractor

He estado un tiempo ausente. En parte porque no tenía nada que mereciera la pena escribir y por otra parte porque escribir en el blog dejó de estar entre mis prioridades un tiempo.

Entre las cosas que han ocurrido durante este tiempo cabe destacar que la última chica sobre la que escribí en este blog murió por un accidente de tráfico, que me he visto en situaciones dificiles por hacer lo correcto (algo de lo que me siento orgulloso debo decir) y que he experimentado cosas nuevas (que no es poco, teniendo en cuenta que a estas alturas de la vida no es fácil encontrar cosas nuevas que experimentar). Pero lo que quiero destacar de manera especial es el despertar, lento pero inminente, del guerrero latente que se echó a dormir hace ya algún tiempo.

No obstante, lo que me hace escribir hoy es un blog interesante que he leido hoy y que hablaba de un blog asombroso (y de lógica creación en el mundo enfermo que me encuentro todos los días). El blog del que hablo es http://www.eldetractor.blogspot.com/

Este es un blog que se dedica a criticar negativamente toda la mierda que se le ocurre a su escritor que ha bautizado el blog bajo el lema "por lo políticamente correcto". Le voy a pedir a su escritor que haga una crítica sobre este blog. Tengo curiosidad por saber si habla su orgullo o una persona libre. Para dejarle más fácil la tarea de criticar este blog, haré yo una crítica sobre el suyo en primer lugar.

Lo cierto es que El Detractor parece ser alguien que tiene muy claro la diferencia entre el bien y el mal, asi como de lo correcto y lo incorrecto. No tengo claro si es de esas personas que tiene presente que esos conceptos no tienen más de verdaderos y reales que un lunar en la punta de su nariz, aunque no lo creo. Simplemente son conceptos que connotan lo que a él le enseñaron o él mismo pretendió aprender, aunque generalmente esas connotaciones son producto de la moral cristiana. No obstante, y siendo evidente a raíz de este último mis palabras anteriores, a El Detractor le da por criticar las morales de otros. ¿Será alguien que defienda el derecho a la vida? ¿y el derecho a la muerte? ¿será consciente de que no dice nada que no sea puro sentido común (y esto es definitivamente una mierda, además de una pérdida de tiempo)? Recuerdo que en una de sus entradas le da por criticar la película de El Crepúsculo. Esta película le ha gustado a mucha gente (aunque yo soy una de las excepciones). ¿Por qué El Detractor se empeña en no respetar los gustos de esas personas, pensando en que, quizás, aunque se trate de una remota posibilidad (que no es el caso), sus palabras (que podrían ser interpretadas por el "sentido comun") dañen la sensibilidad de algun lector?

Yo no suelo dedicarme a criticar basuras de ese tipo, ni a juzgar a quienes lo hacen, pero hoy no soy el que suelo ser. Para resumir, el blog en cuestión lo voy a tachar (con la esperanza de que esto lo lea su autor) de inútil, irrespetuoso y enfermizo.

domingo, 22 de febrero de 2009

¿ Paraíso/Infierno ?

Hace tiempo leí algo que quisiera compartir con vosotros:
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Ocurrió una vez que un samurai se preguntó dónde se encontraba el infierno y dónde el paraíso. Tras no encontrar respuesta bajo sus enredados pensamientos, decidió ir a ver a un maestro zen. Al llegar le preguntó al maestro "¿dónde se encuentran las puertas del infierno? ¿y las del cielo?, dime por favor!"

El maestro zen se quedó observando al viajero y le preguntó "¿quién eres?"
-"soy un samurai" -dijo el guerrero- "hasta el emperador me respeta".

-"un samurai? pareces un mendigo..." dijo el maestro zen con desprecio.

El samurai, ofendido y con su orgullo dañado se levantó inmediatamente, desenfundó su katana y se dispuso a decapitar al maestro.

-"ahora son las puertas del infierno las que estás abriendo".

El guerrero meditó unos instantes y, tras comprender, volvió a enfundar su katana y se sentó de nuevo.

-"ahora estás abriendo las puertas del cielo".
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Tiende a separarse el infierno y el cielo de uno mismo, como si estuviesen en lugares diferentes. Sin embargo, ambos están en nosotros mismos. Nuestra mente puede ser la semilla que dará fruto al paraíso o al infierno. No existen fuera de nosotros mismos. Evita el orgullo, el ego, la envidia, ambición, ...tu ya me entiendes. Simplemente, no te olvides de respirar.

sábado, 21 de febrero de 2009

Testimonio (I)

Hace 7 días conocí a una muchacha, joven, hermosa y, curiosamente, diferente. Si bien estoy de acuerdo en que todos somos diferentes de algún modo, esta chica lo era de un modo también diferente.

Nuestro encuentro fue poco usual en mi vida. Fue un sábado por la noche, en una discoteca, simplemente me acerqué y quise besarla. La besé, poco después regresé y la volví a besar y, cuando ya ambos nos volvíamos de regreso a casa compartimos el mismo taxi que, casualmente tomaba la misma ruta. Su casa estaba cerca de la mía. Recuerdo que aquel fue el mejor viaje en taxi que he hecho nunca. Ambos estábamos en la parte de atrás, ambos no cesábamos en mirarnos, acariciarnos y decirnos lo mucho que nos gustaba el otro. Sacó su lápiz de ojos del bolso y me escribió su número de teléfono en el brazo. Le indicó al taxista dónde parar, me besó y me dijo dulcemente "llámame". Lo cierto es que lo que más recuerdo de aquel viaje fueron las miradas, aquellas miradas que decían todo, párrafos enteros de poesía, sin pronunciar ni una palabra...

Aquella noche me acosté pensando en ella y a la mañana siguiente desperté pensando en ella. No tardé en llamarla, era domingo y supuse que estaría en casa. No estaba. La verdad es que tan sólo ese día la llamé alrededor de tres o cuatro veces. El lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado (hoy mismo) no serían días diferentes. De hecho, desde el lunes hasta el jueves no había logrado dejar de pensar en ella y, cada uno de esos días que la llamaba con insistencia y su padre me informaba de su ausencia iba a su casa, donde el taxi había parado el sábado y la esperaba el tiempo que podía, esperando verla entrar o salir en algún momento. Recuerdo que el martes contestó ella al teléfono y, de nuevo, palabras de seda cubiertas de belleza entre los dos. Resulta que contestó al teléfono cuando yo estaba frente a su casa pero ella no podía salir, según decía, por su padre. No me dio más explicación que esa pero aún así no quiso cortar la conversación, de hecho se ofreció a llamarme ella para continuar hablando y se mostraba muy sorprendida y agradecida por haberla llamado. Además, quedé con ella, al menos en llamarnos, para el día siguiente, o el siguiente, o el fin de semana. De hecho, el mismo día que ella contestó al teléfono me confesó que la habían despedido de su trabajo, igual que el día que la conocí, un 14 de Febrero, me había confesado que le habían roto el corazón (tal y como ella lo expresó). Nunca más volvería a escuchar su preciosa voz.

Estaba cayendo en un rompecabezas, una mujer deseada e imposible de localizar, y, con todo, demasiadas lagunas, vacíos, sobre ella. Realmente no sabía prácticamente nada sobre ella. Todo lo que sabía era que quería saber más. El jueves, tras haber estado de nuevo frente a su casa esperando verla salir o entrar vi a un hombre, de unos cuarenta años, salir y entrar varias veces de su casa. El hombre me miraba de reojo de vez en cuando y, entonces, fui a hablar con él para ver si podía ayudarme. Este me confesó que estaba a punto de llamar a la policía pensando que podría estar ahí con fines de robo y similares. Finalmente, entre palabra y palabra en esa conversación este hombre "dejó caer" que aquella mujer a la que había deseado y por la que había escrito algunos versos (llevaba sin escribir poesías casi tres años) ¡estaba casada!

Curiosamente, de tantas llamadas que le había hecho todo comenzaba a cuadrar. ¡Probablemente ella no vivía en casa de sus padres!
Sin embargo, no podía evitar pensar que algo raro había en todo este asunto. 22 años y casada, y poniéndole los cuernos a su esposo saliendo de fiesta sin él y, como último detalle, el hecho de que su padre pareciera estar evitando que yo hablara con ella (incluyendo lo que ella me había dicho por teléfono). La atracción que sentía por ella disminuyó y fue disminuyendo progresivamente y, aunque aun tiene cierta fuerza dicha atracción me encuentro en el dilema de si debería dejar pasar el tema y no buscarla, o si debería continuar buscándola. Para ambas decisiones tengo varias excusas y razones.

Por un lado, encuentro el hecho de que ella esté siendo sometida a un matrimonio obligado por parte de su padre, de origen cubano, que debo decir no creo que sea poco machista. Por otra parte, caigo en la pregunta de si, dejando pasar la situación estaría realmente dejándolo pasar o estaría huyendo de él o, peor aún desistiendo de pelear por ella.

A pesar de todos los enredos mentales y las palabras amigas que me aconsejaban desistir de mi deseo por encontrarla alegando que podría meterme en problemas por su esposo, hay algo que hoy mismo me ha ayudado a escoger. Hoy la llamé de nuevo, y al contestarme su padre sus palabras fueron las siguientes:
"Hágame el favor de no llamarla más porque ella tiene esposo y se va a meter usted en problemas". Palabras no muy amistosas en un país peligroso.

No había duda, había algo más en todo esto que no llegaba a comprender y que tampoco olía bien. La pregunta ahora era si debía mirar para otro lado, porque de verdad me estaba metiendo en terreno pantanoso, o si debía tratar de averiguar lo que estaba sucediendo, con el fin de ayudarla en caso de que ella quisiera. A raíz de esto vino de nuevo un enredoso pensamiento, mis sospechas eran cada vez más acertadas. Incluso después de suponer un 90% de la historia por pequeños detalles que iba averiguando día a día, aun me faltaba por conocer un 10% que tan sólo podría conocer encontrándola a ella.

Prácticamente todo aquel al que consultara acerca de esta situación me diría que me alejara del tema y pasara de todo. Sin embargo, eso es lo que hace que la moral humana esté cada día más deteriorada. Vemos hambre y lo ignoramos, vemos delincuencia y callamos, vemos actitudes hostiles y nos decimos "no es mi problema". Es por esto que, aun a riesgo de estar equivocado en mis suposiciones, tengo la intención de continuar buscando y, debo decir, que a pesar de que puedo pensar en curar "mi mal de amores" con otra persona e incluso pasar de todo esto, hay un guerrero latente en mí que está comenzando a despertar. Simplemente, una moral y principios que no me dejarán dormir mejor de lo que ya duermo sabiendo que, pudiendo, no estoy haciendo nada por... ¿por qué? ¿por miedo? ¿por X? y... ¿X es razón o excusa? No hay razón para no hacer lo correcto.
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Esta es la poesía que escribí el martes:

Delirios del corazón
Dormir tarde esperando tu llamada,
esperar verte al mirar por la ventana,
despertar contigo en mi pensamiento,
escribirte en unos versos lo que siento.

Hacer locuras sólo para verte,
cometer errores sólo por quererte.
Sentirme vivo al conocerte,
no poder sacarte de mi mente.

Y es que tus miradas aceleran mi corazón,
tus ojos cortan mi respiración,
y tu sonrisa, tu bonita sonrisa,
puede hacerme perder la razón.

Amyad

Así, verte de lejos.

Así, verte de lejos, definitivamente:
Tú vas con otro hombre; yo, con otra mujer...
y sé que, como el agua que brota de una fuente,
aquellos bellos días ya no pueden volver.

Así, verte de lejos y pasar sonriente,
como quien ya no siente lo que sentía ayer;
y lograr que mi rostro se quede indiferente,
y que el gesto de hastío parezca de placer.

Así, verte de lejos, y no decirte nada,
ni con una sonrisa, ni con una mirada,
y que nunca sospeches cuanto te quiero así;

porque aunque nadie sabe lo que a nadie le digo,
la noche entera es corta para soñar contigo,
y todo el día es poco para pensar en ti.

Jose Angel Buesa